Antes de que muera el teatro

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¡Un cumpleañitos! Chiquilín cumple 18 añitos. Qué bonito. Su mamá lo intenta, realmente quiere llevarse bien con su hijo adoptivo, pero no puede. Quisiera quererlo, pero algo dentro de ella se lo impide. Y ahora, encima, se le dio por ser actor.
Un actorcito.
Y Ella, actriz reconocida, con una trayectoria intachable, luchadora del teatro en tiempos oscuros, una mujer que aún se cree joven, aunque ya le queda poco jugo en su alma, pincha su ilusión. Porque él no es un actorcito, es otra cosa. Y ella no quiere que lo sepa, nunca. ¡Por Dios! Que nunca lo sepa.
Mientras tanto, un circo está robando su público, arruinándolos a todos. "Son ellos o nosotros", piensa. La historia se repite. Incendiar un circo. Prender fuego una familia de payasitos. Ponerse una máscara. Pisar narices rojas quemadas. Todo otra vez.
Cuesta ser cruel. No todos lo hacen bien. No se puede ser cruel a medias. Hay que eliminarlos o convivir con el intento, sufrir intentándolo. Intentar, intentar, intentar… o matar, hasta que no quede ninguno.

El teatro o yo. Yo o el teatro. Antes de que muera yo... o antes de que muera el teatro.