EL FELIX refleja la fortaleza y la determinación que debe tener el ser humano, para poder superar sus miedos y trascenderlos.
Por eso mientras en la escena todo el mundo se está derrumbando debido (metafóricamente) a grandes tornados. Estos dos personajes deciden atarse a una soga para no volarse y así conservar, su lugar, su casa, su dignidad.
Están dispuestas a morir si es necesario antes huir como cobardes.
El huracán representa los miedos que puede tener cualquier ser humano. Todos en algún momento de nuestras vidas sentimos que nuestro mundo se derrumbaba y el hecho de quedarse y hacerle frente a ese “derrumbe” habla de un determinado valor, absolutamente necesario para poder superarnos como seres humano.
El huracán finalmente les corta la soga y las hace volar.
Terminando ellas en una balsa improvisada, mientras todo el mundo comienza a inundarse; la balsa parece ser la única opción para continuar con vida.
De esta manera flotando en un mar infinito, ellas reflexionan acerca de los valores olvidados. Entran en crisis y finalmente trascienden todo sus miedos.
Luego de varias idas y venidas donde pasan por lo trágico, lo absurdo y lo desopilante. Encuentran su bien merecida calma y junto con eso encuentran tierra y más seres humanos a la vista. Vuelve la esperanza y el deseo de construir algo mejor que lo que había.
La propuesta artística remarca que la vida quiere vivir. Y en la crisis real, ellas hacen todo lo posible para continuar con vida, mientras que en sus vidas cotidianas aparecía (como algo natural) la queja o el fastidio por vivir.
Clasificaciones: Adultos, Teatro, Artes Escénicas