VUELVE DEL GALLO CANTOR. CANTATA CUARTETO CEDRON - LA LIJA - MÚSICA JUAN CEDRÓN- POESÍA: JUAN GELMAN.
SÁBADOS DE NOVIEMBRE, 20:30 HS. TEATRO EL POPULAR, CHILE 2080. CABA.
En 1972, después de los hechos de Trelew, Juan Cedrón compuso “Del Gallo Cantor. Cantata”, una obra sobre poesías de Juan Gelman. Los cuatro temas que componen la cantata evocaban el asesinato de 16 compañeros que habían logrado fugarse del penal de Rawson pero también el deseo compartido, antes y después de Trelew, de lograr “la igualdad y la justicia en vida”. Los músicos fueron a Trelew con la idea de generar atención y evitar que hubiera otros asesinatos. La Cantata fue presentada en Buenos Aires en ese momento.
Al poco tiempo, los músicos viajaron a Francia y grabaron la obra. Volvieron. Se fueron otra vez en 1974 con la idea de volver algunos meses más tarde. No fue así. Tata Cedrón tardó treinta años en radicarse en la Argentina. Entre las cosas que los músicos se llevaron: la Cantata. Fue a través de esa obra que el público francés descubrió al Cuarteto. Pero no solamente al Cuarteto sino –a través suyo– toda una historia latinoamericana ya que la Cantata fue cantada en escenarios donde confluía la emoción y la sensibilidad de distintos pueblos en lucha. Entre esos escenarios, el de la “Fête de l’Humanité”, organizada todos los años por el Partido Comunista francés, que permite el encuentro de distintas tradiciones políticas en torno a ideales comunes. En septiembre de 1973, fue también en torno a la Cantata del Gallo Cantor que el pueblo francés se reunió para denunciar el golpe de Estado ocurrido en Chile
De un escenario al otro, la Cantata pasó a ser en Francia, para varias generaciones de auditores, una obra de culto, de la que Paco Ibañez dijo alguna vez que era un “chef d’œuvre”, una obra maestra. Pero a su vez, y en paralelo, una obra ausente en Argentina. Desarraigada. Silenciada. Privada del público para quien, originalmente, había sido compuesta.
No fue obra de los músicos, ni menos de alguna compañía discográfica, el hecho de que a pesar de las dificultades, el disco editado en Francia (primero el LP, luego el cassette y el CD) bajo el nombre “Du Chant du Coq. Cantate” circulara en Argentina. Pero así fue: la Cantata circuló. La trajeron los oyentes, el público del Cuarteto Cedrón, gracias a un amigo o a un amigo de amigo que había podido viajar. En algunas casas, la obra volvió a escucharse y cuando, por el paso del tiempo, ya no se escuchó más, los discos quedaron ahí y sucedió que, muchos años después, otros los encontraron. Los hijos, tal vez los nietos, de esos amigos. Ese circuito logró el encuentro de una muy joven generación con una parte de su historia poética, política y musical. A ese circuito amoroso y clandestino le debemos la restitución de la obra hoy día. No su mera reposición: su restitución al público argentino.
A iniciativa de La Lija, grupo de jóvenes músicos, se remonta hoy, junto al Cuarteto Cedrón y a más de cuarenta años de su creación, la Cantata del Gallo Cantor.
No se trata de hacer un homenaje o no se trata solamente de hacer un homenaje. Se trata de encontrarse: unos con otros, argentinos de distintas generaciones, y todos y cada uno con una forma de hacer poesía, con una forma de hacer música, con una forma de expresarse y de sentirse involucrados, parte de una sola y misma historia. No para lamentar sino para conocer y seguir trabajando en una cartografía lo más completa posible de lo que ha sido esa historia con sus conflictos, con sus anhelos, con sus personajes ilustres y sus héroes anónimos, humildes y valiosos.
Pero lo que acá se juega también es la posibilidad de volver a escuchar una obra que es, a su modo, un fresco sonoro. Como ha dicho Tata Cedrón:
“Sur” cuenta historias, cuenta un barrio, cuenta un amor, una esquina, una calle, personajes, el herrero, cuenta paisajes en la noche, las lunas suburbanas, el olor a alfalfa, todo eso fue real y quedó como leyenda, como leyenda de algo que fue, y amado, y sigue siendo extraordinario y amado, porque hoy día ves el paredón, hoy día ves “la esquina del herrero barro y pampa”, la casa de Juana la rubia, aunque desaparezca. Siempre alguien va a decir “ahora acá hay edificios, rascacielos y acá vivía Juana la rubia”, aunque quede abajo de un edificio moderno. Y con la cantata va a pasar lo mismo. Para mí es una obra de arte, poemas y música e interpretación, de algo que fue como un paisaje, como el paisaje de “Sur”. No minimizo la masacre de Trelew, ni el obrero triste de ferrocarril, ni la mujer que escribió la carta, una detenida, es real esa carta, pero se transforma en algo que representaba… Es un paisaje que fue verdadero, como el paisaje de “Sur” (…) Y va a quedar porque fue una semblanza tomada por artistas que vivieron eso, que se emocionaron con eso, que fueron conmovidos por eso”.
Intérpretes: Juan Tata Cedrón, guitarra y voz- Miguel Praino, viola- Daniel Frascoli, guitarrón- Josefina García, violonchelo- Miguel López, bandoneon- La Lija
RESERVAS EN: www.alternativateatral.com
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