“El destino se puede alcanzar con la fuerza de voluntad” escribe ERNESTO GUEVARA de la SERNA aún siendo muy joven, cuando todavía no sabía cómo construiría su destino. Continúa diciendo: “Un recuerdo más perturbable que mi nombre es luchar, morir luchando.” Aquello que guiará su búsqueda, tal vez como intuición de lo que alumbrará su sendero, él menciona este término, pero ¿en qué sentido?
Luchar para ser cada día un hombre íntegro, en favor de los otros, ser mejor por aquellos simples, indefensos desamparados por uno o muchos sistemas.
La curiosidad y cierta ansiedad impulsan a este personaje, en su viaje, primero como sueño adolescente de conocimiento de miles de realidades, y de la geografía diferente del mundo, luego sus propios pasos le irán demostrando que ese recorrido debe tener otro fundamento, pues verá injusticia, desigualdades sociales, y por sobre todo la opresión de poderosos sobre pueblos. El Che se hará hermano de sangre de todos sin distinción de patria y volverá propia la causa “Todo hombre verdadero debe sentir en la mejilla el golpe dado a cualquier mejilla de hombre” procurando que las ideas citadas del poeta Martí, no sean sólo unas palabras y sí una vida de acción.
Esta obra pinta muchos cuadros sobre la vida del Che Guevara, hombre colmado de sueños y dispuesto a la concreción de los mismos, se yergue sobre el Ser puro, despojado del individualismo imperante y la libertad para vivir dignamente, sin exaltación de los métodos, y sí del ideal de ser humano, que se gana el rango de comandante por su pasión por hacer y por revertir. Aquí se destaca el amor como fundamento de vida. Y también, como artimaña sustancial, la lucha entre los “deberes” y las “órdenes”; la “moral” y los “principios”; las “certezas” temporales y los “arrepentimientos” eternos que aún hoy siguen bañando los claroscuros de nuestras sociedades y que, para los argentinos en particular, es una huella imborrable de nuestra historia más reciente.
Che Guevara debajo de la Estrella de la boina, como icono de la fija idea, luminosa y perseverante, que marca los pensamientos, y las acciones. Una estrella que baña de luz aún a aquellos que permanecen debajo, enceguecidos por ella, que permanece en el cielo, que siempre es cielo para todos, en la noche oscura, una estrella de la Sierra Maestra, en América toda o en Angola, el cielo es el mismo, el techo del alma que persigue la equidad a costa de cualquier cosa, aún de la propia vida... “Dispara, cobarde, vas a matar un hombre.”
“Un recuerdo más perturbable que mi nombre es luchar, morir luchando”.
- Texto:
- Mariela Gianico, Pablo Lavía
- Libro:
- Mariela Gianico, Pablo Lavía
- Actúan:
- Daniela Arrechea, Mauricio Bertorello, Eduardo Calcagno, Jennifer Elías, Nadia Gestal, Mariela Gianico, Pablo Lavía, Andrés Montorfano, Federico Perelstein, Gabriela Soto, Sandra Strajch, Paula Vite
- Música original:
- Gabriel Gestal
- Asesoramiento de vestuario:
- María Cristina Medrano de Gestal
- Arreglos musicales:
- Obi Homer
- Dirección:
- Gabriel Gestal
- LIBERARTE (2005)
- TEATRO COLONIAL (2004)