Será de Dios

En una clínica privada, donde lo que menos importa es la salud, se despliega un universo de pequeñas historias que hacen a la vida y al oficio de siete precarias enfermeras y una paciente. En clave de grotesco el maltrato entre ellas marca un paralelo crítico con el mundo exterior.

La mirada tan particular de Monica Cabrera sobre la miseria humana puede resumirse en una frase dicha en la obra "Dios ve una manga de infelices desgraciados y hace lo que puede".

Humor y observación despiadada, la firma de Cabrera.

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