Las heridas del viento

La muerte de su padre obliga a David a hacerse cargo de su legado, de su pasado.
Entre sus pertenencias encuentra algo inesperado; cartas de amor que le revelan a un padre que no conoció.
Desconcertado por el descubrimiento decide buscar al remitente y descubrir la verdad.

“Amar no es más que las ganas de amar”

Poesía y drama se entrelazan en este montaje capaz de provocar un torrente de emociones tiernas, hirientes, pero sobre todo reales.
La obra esconde más de lo que muestra: logra evocar sensaciones perdidas o desconocidas, muchas de ellas latentes, hasta que alguien comienza a tirar del hilo
y deshilacha el trapo. De la risa a la emoción, de la alegría al dolor, el autor se pregunta si somos dueños de nuestras decisiones o marionetas en manos del destino.